20 junio 2016

Matagusanillo para cuando no hay tiempo

Bizcocho de requesón y cacao
Bizcocho de espelta, requesón y cacao, originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
Up&Up - Coldplay
(*) Aunque me gustaban más antes cuando eran menos... orquestales, esta canción me pone de buen humor y podría correr con ellas por las pistas de Hautacam sin miedo a perderme... ¡Ay Pireneos! 21 días y descontando.

Este bizcocho nació en una tarde de gusanillo. Y no solo de dulce. Quería cocinar algo ahora que tengo tan poquito tiempo, pero sin haberlo programado, mi nevera y mi alacena eran un cuadro. No suelo tener ingredientes 'con fundamento' para hacer buena repostería por eso de evitar la tentación y, además, no había hecho la compra, con lo que no me quedaban ni huevos. Cómo hacer entonces algo. Pues aquí está la respuesta.Y porque no tenía suficiente jarabe de arce,  que si no...

La foto es un poco 'low-cost'. Tendría que haberla hecho con la réflex, pero eso suponía más tiempo y apropiarme del ordenador de sobremesa (tirar en raw es lo que tiene), así que decidí usar el móvil para algo inteligente... Y luego subir la foto a Flickr mejorando un poco el balance de blancos y el color. Et voilà!

La lista del súper

- Dos claras
- 4 cucharadas de azúcar moreno
- 125 gramos de requesón
- Media cucharada de crema de tahini
- Una cucharada de aceite de coco
- Dos cucharadas de harina de espelta
- Una cucharada de cacao desgrasado
- Una cucharadita de levadura
- Un puñado de almendras troceadas

Con las manos en la masa

Montamos las claras a punto de nieve con dos cucharadas de azúcar y reservamos. En otro cuenco, ponemos el requesón, el tahini, el aceite de coco y dos cucharadas de azúcar moreno. Lo mezclamos bien y añadimos la harina, la levadura y el cacao. Seguimos mezclando. Cuando tengamos una masa homogénea, añadimos las claras en dos veces con una espátula y movimientos envolventes.

Cogemos un molde de unos doce centímetros de diámetro y lo untamos de mantequilla. Vertemos la masa y espolvoreamos las almendras por encima con un poco de azúcar. Lo metemos en le horno a 175 grados durante 23-25 minutos. Dejamos enfriar y ¡listo! Es un bizcocho esponjoso y muy jugoso.

Consejos útiles

Lo ideal es que no se cueza demasiado para que no pierda jugosidad. Por eso, yo lo hornée primero 15 minutos y luego añadí ocho más. Lo recomendable es ir poco a poco hasta que le pillemos el truco al horno y al molde. Y si no tenéis requesón, se puede sustituir por queso fresco desmigado.

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