14 marzo 2016

Blondie, más que un grupo

Blondie de limón Blondie crujiente de limón , originalmente cargada por farandwell.

Música para acompañar (*)
Blondie - X-Offender
(*) Viva Debbie, qué señora...

Blondie no es solo un grupo de música de los setenta con gloriosos éxitos a sus espaldas. Sí, todos, incluidos los que no habíamos nacido cuando la rubísima Debbie Harry desafía al panorama rockero eminentemente masculino de aquella época, hemos ¿bailado? y berreado alguna de sus canciones. ¿Que no es cierto? Venga, no vengamos ahora a hacernos los estupendos. ¿Acaso no te has venido arriba con 'Maria'? Pero dejando de lado los temas musicales (aunque en este blog no sean baladí), como decía, blondie no es solo un grupo de música, también es un bizcocho y con muchas sorpresas.

Muchos lo identifican con el primo rubio del brownie. Sin embargo, el blondie es más antiguo que su moreno primo. Para empezar, la primera receta de un brownie dicen que se hizo en 1886, pero en realidad "fue lo que hoy conoceríamos como un blondie", asegura The Food Timeline, una web creada por la estadounidense Lynne Olver, una licenciada en Biblioteconomía que dedicó gran parte de su vida (murió en abril del año pasado con 57 años) a desenmarañar la historia de lo que nos llevamos a la boca. El brownie de chocolate tal y como lo conocemos no aparició en un libro de cocina hasta 1906. Fue en el 'Boston Cooking School Cook Book' de Fannie Merritt Farmer.



El blondie en realidad desciende del pan de jengibre medieval, que, a su vez, tiene sus raíces en el pan de mile que hacían griegos y romanos. Le echaban miel no solo para endulzar, sino también para conservar. Luego, en los monasterios medievales, los monjes le añadieron  pimienta para darle un gusto más acorde con el vino que les gustaba tomar. Y a partir de entonces fueron añadiéndose más especias. Había cerca de un centenar de recetas. Y las más populares fueron las de Alemania y Austria. Hasta que cuatro siglos más tarde, los que se hicieron con el negocio fueron los artesanos jengibres de lo que hoy conocemos como la República Checa.

El blondie no lleva chocolate como su primo. Sus ingredientes principales son harina, azúcar moreno, mantequilla, huevos, levadura y vainilla. También se le pueden añadir nueces. A partir de todo esto se hace un bizcocho ligero pero con un punto caramelizado gracias al azúcar moreno, que es lo que le da el toque diferente. De hecho, se le llamaba brownie de vainilla, de caramelo o rubio, cuadrados de melaza y barra dorada. El nombre de blondie no se popularizó hasta la década de los ochenta y aunque su origen es confuso, parece que sería por Blondie Bumstead, la protagonista de una tira cómica de los años 30 creada por Chic Young.


"Lo que poca gente sabe que es que Young escribió un libro de cocina llamado 'Las sopas, ensaladas y sándwiches de Blondie', donde sí aparecía una receta de pan de jengibre. aunque no era un blondie", explica The Food Timeline.

Pero yo no quería hacer solo un blondie. Por eso, la receta que os traigo es un blondie crujiente de limón, donde en vez de frutos secos, le damos textura con bocaditos de limón. La receta original es del blog Bajo una nube, que utiliza azúcar blanca. Sin embargo, si queremos ser un poco más fieles a la receta original, podemos cambiarlo por azúcar moreno.

La lista del súper

Para el cake de limón
- 55 gramos de chocolate blanco (dos filas de Nestlé postres)
- 60 gramos de mantequilla con sal
- Entre 80 y 100 gramos azúcar (blanca, preferiblemente)
- 1 huevo
- 45 gramos harina de repostería
- 1/4 de cucharadita de vainilla en polvo
- La ralladura de medio limón (opcional)
- 8 galletas bocaditos de limón como las que ves abajo
Blondie crujiente de limón

Para el blondie
- 120 gramos harina de repostería
- 150 gramos de azúcar (morena, para ser más fieles a la receta original, o  ‘caster sugar’, para una textura más delicada y esponjosa)
- 40 gramos de mantequilla con sal fría
- Una cucharadita de levadura
- 1/4 de cucharadita de vainilla en polvo
- 120 mililitros de leche a temperatura ambiente
- Zumo de medio limón
- Un huevo batido

Con las manos en la masa

Empezamos a trabajar el cake de limón. Para ello, mezclamos la mantequilla con sal en dados y el chocolate en onzas, y lo llevamos al microondas un minuto (a 750w de potencia y vigilando para que no se nos queme). Lo sacamos y los mezclamos bien con ayuda de una varilla. Añadimos el azúcar y revolvemos con una cuchara de madera o una lengua de silicona. Vertemos el huevo sin batir y seguimos removiendo hasta lograr una crema delicada y líquida.

Tamizamos la harina y la vainilla y lo echamos en el bol. Seguimos mezclando con cuidado para lograr una masa muy ligera y sin grumos. Añadimos la ralladura de limón y cuatro bocaditos de limón desmenuzados groseramente y removemos hasta que estén bien mezclados. Es el momento de echarlo en el molde.

Blondie crujiente de limón
Lo habremos engrasado bien antes y, como medida de precaución para evitar que se nos pegue, habremos puesto en él papel de horno. Una vez repartida, añadimos el resto de galletas, también desmenuzadas, por encima. Lo llevamos al horno unos 15 minutos a 180 grados. Y mientras se hace, nos ponemos con el blondie. Si tenemos los ingredientes ya pesados, nos dará tiempo de sobra.

Lo primero es añadir el zumo de limón a la leche y dejarlo reposar. Aparte, ponemos en un recipiente la harina, el azúcar (yo he usado 'caster sugar', que es superfina, como polvo, pero se puede hacer con moreno y así la receta será más fiel a la original), la levadura, la vainila y la mantequilla en dados. Lo mezclamos hasta lograr una masa arenosa (como la de la foto). Podemos hacerlo a mano o bien con unas varillas eléctricas o con la Kitchen Aid (velocidad 2, 5; velocidad 4, 1 minuto).

Blondie crujiente de limón
Añadimos la leche y removemos hasta que se mezcle todo. Echamos el huevo y volvemos a batir. La masa debe quedar fina y homogénea, pero no superbatida (en la Kitchen Aid, velocidad 2, 3-4 minutos). Una vez hemos precocido el cake de limón, lo sacamos y añadimos esta masa ligera, repartiéndola bien por toda la superficie. Lo volvemos al horno y lo dejaremos unos 40-45 minutos a 180 grados.

Cuando se cumpla el tiempo, comprobamos con una brocheta que la masa superior está cuajada por el centro (si no es así lo ponemos unos minutos más) y lo sacamos. Dejamos templar unos 20 minutos en el molde sobre una rejilla. Cuando ya podamos manipularlo, desmoldamos y dejamos enfriar completamente. Os sorprenderá lo tostado y caramelizado que queda.

Blondie crujiente de limón

Consejos útiles

¿No te ha quedado tan tostado como en la foto? No hay problema, cada horno es un mundo. Lo importante es que quede cocido. El crujiente se lo darán los bocaditos que hemos desmenuzado.

¿Se te está tostando demasiado por arriba y aún no ha terminado de hacerse? Pasados los primeros 30 minutos, ya puedes abrir el horno, así que cubre el molde con papel de aluminio y deja que se siga haciendo.

¿La brocheta me sale con restos de masa? Déjalo unos minutos más. De tres en tres, por ejemplo, y comprueba cada vez que se cumpla el tiempo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y tú... ¿ya lo probaste?